martes, 25 de mayo de 2010

EN EL CENTRO DE MIRA

Los ciclistas pagarán multas de hasta 300 euros si usan el móvil o llevan auriculares

La nueva ordenanza obliga a la utilización de prendas reflectantes y prohíbe la circulación por los jardines salvo que estén señalizados


Los ciclistas de Valencia se enfrentarán a multas de hasta 300 euros si circulan utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos de música. El empleo de teléfonos móviles también estará sancionado con la misma cantidad, en una franja que va desde los 90 euros. El artículo aparece en la nueva ordenanza de tráfico, aprobada ayer en la comisión de Urbanismo y que regula los usos de este medio de transporte alternativo.
Los usuarios añadirán de manera obligatoria a su indumentaria una prenda reflectante, capaz de ser detectada por el conductor de otro vehículo a 150 metros. Podrá ser un chaleco, un brazalete o una pieza de tela del mismo material en una pernera del pantalón.
«Cualquier pieza que esté homologada», dijo el concejal de Tráfico, Alfonso Novo, quien desestimó la obligación de llevar casco, al considerarlo así los técnicos municipales. Las prendas reflectantes son producto de una alegación. Es una de las incorporaciones más llamativas a la normativa, que se aprobará de manera definitiva en el pleno de este viernes, con seguridad sólo con los votos del PP. El concejal socialista Francisco Carsí aseguró tras la reunión que las medidas incluidas en la ordenanza son insuficientes y que se pierde una «gran oportunidad en favor de la movilidad en Valencia».
El delegado de Tráfico, Alfonso Novo, defendió que de las 90 alegaciones recibidas se han estimado una veintena. Consideró la cifra elevada teniendo en cuenta que el 40% de las propuestas eran repetidas y con argumentos idénticos.
Sobre la circulación de ciclistas indicó novedades como las zonas 30 y las calles con la misma denominación. En ambos casos la velocidad máxima para otro tipo de vehículos está limitada a 30 kilómetros por hora, siendo el barrio del Carmen el primer lugar del centro histórico donde se ha puesto en práctica. «Aprobaremos lo mismo en otros barrios», dijo.
La ordenanza traslada artículos de la Ley de Seguridad Vial. Un ejemplo es la prohibición a los ciclistas de que circulen por las aceras. En caso de que haya carril bici deben ir por ese itinerario y si no, entonces por la calzada y en la misma dirección que el resto del tráfico.
La implantación progresiva de este medio de transporte alternativa ha hecho aumentar también las quejas de los viandantes. La falta de la prenda reflectante se considera una sanción leve, con una multa de 90 euros, similar a circular por las aceras.
Novo precisó que sí podrán pasar por las calles peatonales, lo mismo que sucederá con los puentes históricos peatonales. El único paso sobre el jardín del Turia que tiene habilitado un espacio para los ciclistas es el de Aragón.
De esta manera, con los puentes y las calles peatonales, se pretende tejer la red de carril bici por el centro de la ciudad, una de las mayores demandas de las asociaciones de ciclistas, que ven en la primera ronda (Cólon, Xàtiva y Blanquerías) una auténtica muralla en contra de este medio de transporte.
Otra de las novedades que incorpora la ordenanza es la prohibición de paso por los jardines, salvo en aquellos casos donde esté debidamente señalizado. Poco a poco, la idea es delimitar los espacios para la bicicleta donde pueden chocar con los derechos de los peatones, como ocurre en los jardines. No obstante, la idea es que en los parques más grandes sí que se permita la circulación. En el viejo cauce, habrá una remodelación integral del carril bici con nuevos accesos.

FUENTE: Paco Moreno "Las Provincias"

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